Utilizar un palo de selfie (me gusta más llamarlos monopodes, aunque queda más pedante, lo reconozco) es interesante para conseguir ciertos planos que no podríamos conseguir únicamente con el brazo. Y podríamos decir que las cámaras de acción y los palos de selfie están hechos el uno para el otro.

Os recomiendo, si tenéis una GoPro (o una cámara de otro fabricante, que para el caso da lo mismo), que os compréis un palo de selfie. De ese modo podréis grabar vídeos en los que se vea mucho más paisaje, y desde un ángulo más impactante. Os recomiendo algunos modelos.

El primer modelo que os recomiendo es de la marca Mpow. Cuesta un poco caro (más de 20€), pero tiene incorporado control remoto Bluetooth para activar el disparador de vuestra GoPro, SJCAM o smartphone Android o iOS. Tiene un botón incorporado y podemos simplemente cargarlo, meter nuestra cámara en su carcasa y anclar ésta al palo. Eso sí, aseguraos de que vuestra cámara tiene conectividad Bluetooth, no WiFi. Este palo no sería compatible con la ACTIVEON CX, por ejemplo.

Hay otros modelos más económicos de palo selfie como este modelo de Ubegood, que cuesta poco más de 10€. En este caso, además, podréis elegir hasta el color. Aunque el palo es algo más corto.

Si tenéis un GoPro Smart Remote puede que os guste este modelo de AmazonBasics, que tiene integrado una pequeña carcasa para tenerlo siempre a mano y utilizarlo como mando a distancia. Aunque es algo caro; 25€. Una alternativa más económica es el modelo de palo para selfie de CamKix, aunque, reconozcámoslo, es algo menos sexy. 16€.

Y si no os interesa el mando a distancia porque vais a usar vuestro móvil, puede que os baste con este palo para selfie de Neewer que cuesta apenas dos euros.

Aunque os compréis el que os compréis, es mejor que no los llevéis a los conciertos. Nos haréis un favor a todos, contando con que habrá sitios donde quizá no os dejen entrar. Gracias de hantebraso.